Después del Bingo nos dirigimos a la Casa, en el camino divisamos unos juegos de feria y como que hubo emoción colectiva, pero no pasamos a ningún lugar y seguimos nuestro camino. Ya en la casa pasamos la plata para la comida y nos dividimos en tres grupos, uno fue a comprar, el otro se quedo en casa a esperar a los demás y nosotros nos fuimos a los juegos y aprovechábamos de ir a dejar a un compañero a su casa.
Ya de por si el ambiente de ese lugar era medio flaite así que era de esperar que los juegos también y adivinen lo eran, por miedo los flaites ni siquiera quise sacar el celular para sacarle fotos a los juegos… de hecho una amiga saco su teléfono y como que de repente empezaron ha acercarse mas flaites(me dio miedo).
Yo por mi parte no me subí a nada por mi bienestar físico(no confiaba nada en esos juegos), pero otros se subieron al “Tagada” que ahí se llamaba “Samba” y también se subieron al “camicace” que es uno de los juegos mas pencas que he visto en mi vida, las protecciones eran de Scotch enrollado, los asientos eran de madera pintada de blanco y mas enzima habían asientos que no tenían seguros y cuando no creí que podía ser peor el juego empezó a andar y salía un olor a goma quemada, resulta que era el sistema de freno que usaba al juego al girar, era un neumático gastado que funcionaba como freno, cuando lo usaban se gastaba y salía humo con olor a quemado.
Luego de esa experiencia que agradezco de no haber sido parte, nos dirigimos a de vuelta a al casa mejor antes de que se pusiera mas peligroso. Y cuando nos estamos yendo la neblina baja para darle un toque mas tétrico a ese lugar y recién empieza la distorsión...
Continuara…
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